Área: Lenguaje. Tema: Los signos de Puntuación. Martes, 25-05-2021.
UNIDAD EDUCATIVA “NUESTRA SEÑORA DEL VALLE”
EL JUNQUITO – CARACAS
Inscrita en el M.E.D. bajo el número PD01360105
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Ministerio del Poder Popular para la Educación
Martes, 25-05-2021.
Área: Lenguaje.
Tema: Los
signos de Puntuación.
Los signos de puntuación son los signos ortográficos que organizan el discurso para facilitar su comprensión, poniendo de manifiesto las relaciones sintácticas y lógicas entre sus diversos constituyentes, evitando las posibles ambigüedades y señalando el carácter especial de determinados fragmentos (citas, incisos, intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc.). En el español existen los siguientes signos de puntuación: el punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos, los puntos suspensivos, los paréntesis, los corchetes, la raya, las comillas, los signos de interrogación y de exclamación.
EL PUNTO
El punto (.) es un signo ortográfico circular de pequeñas dimensiones que
se usa, fundamentalmente, como signo de puntuación. Su función principal es
señalar el final de un enunciado (que no sea ni interrogativo, ni exclamativo),
de un párrafo o de un texto. Después de punto -salvo en el caso del utilizado
en las abreviaturas- se utiliza mayúscula. El punto se escribe siempre sin
separación del elemento que lo precede -sea este una palabra, un número u otro
signo- y separado por un espacio del elemento que lo sigue. Se distinguen,
dependiendo de la unidad discursiva que delimite:
Punto y seguido: si se escribe al final de un
enunciado y a continuación, en el mismo renglón, se inicia otro.
Punto y aparte: si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un
párrafo nuevo.
Punto final: si se escribe al
final de un escrito.
Usos del punto en algunos contextos específico.
Se escribe punto:
Después de las abreviaturas: una abreviatura es la representación
gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación
de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa: art. (por artículo), etc. (por etcétera).
Excepciones:
Los símbolos de los elementos químicos: Au (oro), gr (gramo).
La abreviatura de los puntos cardinales se escriben sin punto: N ( Norte),
O (Oeste).
En las siglas
La sigla es la palabra formada por el conjunto de letras iniciales de una
expresión compleja: O(rganización de)
N(aciones) U(nidas). Se escribe sin puntos entre las letras que la componen.
Excepciones:
Si el enunciado de la sigla forma parte de un escrito con mayúsculas:
REUNIÓN DEL A.M.P.A. EN EL SALÓN DE ACTOS.
En las clasificaciones o enumeraciones en forma de lista, se escribe punto
tras el número o la letra que encabeza cada uno de los elementos enumerados:
¿Quién escribió Los cachorros?
a. Miguel Delibes
b. Gabriel García Márquez
c. Mario Vargas Llosa.
En las direcciones de correo electrónico se emplea para separar los
subdominios de las direcciones de correo y páginas electrónicas. Sin embargo,
el último de esos elementos no va seguido de punto: consulta@rae.es
Excepción
Si la dirección aparece al final de un enunciado que se escribe todo
seguido, debe escribirse el punto final de cierre: Esta es nuestra dirección de
correo electrónico: consulta@rae.es.
No se escribe punto
Tras los signos de interrogación, exclamación y puntos suspensivos: ¿Dónde
vas? ¿Tú qué crees? No lo sé…
Delante de un signo de cierre de comillas, paréntesis, corchetes o rayas.
Cierre de enunciado: Los domingos cierran pronto ( las siete de la tarde).
Para separar los millares, millones, etc., recomendándose para facilitar la
lectura de estas expresiones espacios por grupo de tres.
7 239 034.
Expresión en forma numérica de los años: 1962, 1933.
Numeración de páginas: 1858, 2412,
6232.
Postales de vías urbanas y códigos postales: calle de Benito Coll, 1000;
22500 Binéfar.
Número de leyes, decretos, artículos, órdenes: Real Decreto 2300/2012.
Número de teléfono: 111 111 111
Los titulares de mensajes publicitarios.
Los títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte,
etc., cuando aparecen aislados (centrados o no) y son el único texto del
renglón.
Los nombres de autor en cubiertas, portadas, prólogos, firmas de cartas y
otros documentos, o en cualquier otra ocasión en que aparezcan solos en una
línea.
Los titulares de prensa.
Los índices generales o de contenidos.
Los títulos y cabeceras de cuadros y tablas.
Las
dedicatorias que se sitúan al principio de los escritos.
Los textos que aparecen bajo ilustraciones, fotografías, diagramas, etc.,
dentro de un libro o una publicación periódica.
Los eslóganes publicitarios cuando aparecen aislados y son el único texto
en su línea.
Los distintos tipos de índices que aparecen en las obras para facilitar el
acceso a la información (índices de contenidos, de materias, onomásticos,
cronológicos, etc.).
LA COMA
La coma (,) es un signo de puntuación que delimita unidades lingüísticas
inferiores al enunciado. Se escribe pegada a la palabra o al signo que la
precede y separada por un espacio de la palabra o el signo que la sigue.
Se utiliza coma para delimitar incisos y unidades con alto grado de
independencia (interjecciones, vocativos y apéndices confirmativos)
– La coma se emplea para encerrar elementos que podrían ser considerados
periféricos con respecto al enunciado en que aparecen: La iniciativa, como ya
hemos señalado, ha tenido mucho éxito.
– En incisos, elementos suplementarios que aportan precisiones: El
novelista García Márquez, cuya biografía acaba de ser publicada, ha escrito una
nueva obra.
– Interjecciones. Son una clase de palabras que forman expresiones
exclamativas con las que se manifiestan sentimientos: Bah, no te apures. -Vocativos. Se aíslan entre
comas los sustantivos. Sirven para referirse al interlocutor y se emplean para
llamarlo o dirigirse a él de forma explícita: Iván, no quiero que llegues tarde;
¿Quieres decirme, Adrián, ¿por qué te enfadas?; Mírame, Merlina.
– Apéndices confirmativos. Son expresiones interrogativas de refuerzo que
cierran algunos enunciados afirmativos que deben ir precedidos de una coma que
los separe del resto del enunciado: No te gusta esa comida, ¿verdad?
Se utiliza para delimitar ciertos miembros o grupos sintácticos en la
oración simple
– Cuando la enumeración es completa, el último elemento va introducido por
una conjunción (y, e, o, u, ni), delante de la cual no debe escribirse coma: Mi
amigo, escribe, lee y juega al ajedrez.
– Cuando la enumeración es incompleta y se escogen algunos elementos
representativos, no se escribe conjunción alguna ante el último término, sino
coma. La enumeración puede cerrarse con etcétera, con puntos suspensivos o, en
usos expresivos, simplemente con punto: En primavera, los pájaros cantan, hacen
sus nidos, revolotean…
Nos hemos comprado cuentos, novelas, obras de teatro, etc.
– Los complementos circunstanciales pueden aparecer delimitados por coma
cuando preceden al verbo, sobre todo si son extensos, cuando introducen
referencias de lugar o de tiempo, cuando se insertan en un enunciado complejo y
para aislar una información circunstancial a la que se quiere dar relevancia en
el discurso:
En los últimos días de septiembre, tus amigos vendrán a visitarnos. En Aragón,
los pantanos están casi vacíos.
Me han dicho que, hasta que acabe el curso, debo llevar plantillas. Por las noches, está despierto
y, por el día, duerme.
Se utiliza para delimitar oraciones coordinadas, subordinadas y conectores
en enunciados.
– Se escribe coma ante las oraciones coordinadas introducidas por las conjunciones,
pero, mas, aunque, sino (que): Duerme si quieres, pero luego no te quejes.
– Se escribe coma ante las oraciones consecutivas introducidas por
conjunciones como conque, así que, de manera que, así es que, luego: Ya sé lo
que quieres, de manera que no quieras engañarme.
– Se escribe coma ante las oraciones causales introducidas por conjunciones
como porque, pues, puesto que, ya que, dado que: No quiero que me compres nada,
puesto que no es mi cumpleaños…
– Se escriben entre comas los conectores en un enunciado como: es más,
igualmente, es decir, esto es, así pues, ahora bien, por consiguiente, por lo
menos, por ejemplo, sin embargo y otros: Mis amigos estudian al amanecer, es
decir, se levantan a las cinco de la mañana.
– Se coloca una coma delante de la conjunción cuando la secuencia expresa
un contenido (consecutivo, de tiempo, etc.) distinto al elemento o elementos
anteriores: pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de
los cuadros, y quedaron encantados.
– Se coloca una coma delante de la conjunción cuando está destinada a
enlazar con toda la proposición anterior, y no con el último de sus miembros.
Por ejemplo: pagó el traje, la corbata y la camisa, y salió de la tienda.
– Se usa coma para separar miembros
gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, a excepción de los
casos en los que medie alguna de las conjunciones y, e, ni, o, u: estaba
preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud. // Antes de irte,
corre las cortinas, cierra las ventanas, apaga las luces y echa la llave.
Se utiliza para marcar elisiones verbales
– Se utiliza la coma para indicar la elipsis u omisión de un verbo por
haber sido mencionado con anterioridad en la primera parte del enunciado o
estar sobrentendido: Su hermano mediano es rubio; el pequeño, castaño.
Otros contextos de uso de coma
– Se escribe coma de delante de una palabra que se acaba de mencionar
cuando se repite para introducir una explicación sobre ella: Se compró última
novela de su autor favorita, novela que, al poco tiempo, perdió en el parque.
–En la datación de cartas y documentos, se escribe coma entre el lugar y la
fecha, o entre el día de la semana y del mes: Binéfar, 31 de marzo de 2012.
– La palabra etcétera (o en abreviatura etc.) se separa con coma del resto
del enunciado, si continúa la oración y también antes de la abreviatura: He comprado caramelos, chicles,
gominolas, etc.
He comprado caramelos, chicles, gominolas, etc., que nos comeremos al
llegar a casa.
– Separa los términos invertidos del
nombre completo de una persona: Martínez, Eustaquio.
EL PUNTO Y COMA
El punto y coma (;) se escribe pegado a la palabra o al signo que lo
precede, y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. Presenta
una pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el
punto.
Se utiliza entre oraciones yuxtapuestas:
Bebió un vaso de leche; se quedó dormido.
Se utiliza para separar los
miembros de las construcciones copulativas y disyuntivas en expresiones
complejas que incluyen comas:
Se fue de vacaciones con su amigo Luis, compañero de su infancia; pero el
viaje no resultó todo lo grato que esperaba.
Se utiliza para separar los miembros de las oraciones coordinadas
adversativas cuando se utilizan como nexos, pero, más aunque, cuando las
oraciones enlazadas tienen cierta longitud y si alguna presenta comas internas:
El éxito de su canción, que se había oído todo el verano, fue destacado;
pero pronto cayó en el olvido.
LOS DOS PUNTOS
Los dos puntos (:) son un signo
de puntuación que se escribe pegado a la palabra o signo que lo antecede, y
separado por un espacio de la palabra o signo que lo sigue. Los dos puntos
detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.
Se utiliza en enumeraciones con un
elemento anticipador: Mañana visitaré a mis dos amigas: primero a
Dolores y luego a Prisca. Los vestidos me
gustan: largos, vaporosos y de color azul.
Se utilizan en el estilo directo:
Juan dijo:
«Qué haré ahora».
Se utilizan en títulos y epígrafes:
El teatro romántico: estudio de la escenografía.
Se utilizan en cartas y documentos:
Querida Juliana: Estoy de vacaciones en Poo de LLanes…
CERTIFICA: Que don Pepito Jiménez…
EL PARÉNTESIS
Son un signo ortográfico doble () que se usa generalmente para insertar en
un enunciado una información complementaria o aclaratoria. Se escriben pegados
al primer y al último carácter que enmarcan, y separados por un espacio del
elemento que los precede o los sigue.
Se encierran entre paréntesis los incisos, elementos intercalados y en las
obras teatrales para encerrar las acotaciones del autor:
Las sesiones de evaluación (la
última duró casi cuatro horas) se celebran en el aula cuatro.
La ONU (Organización de Naciones
Unidas) se reunió ayer.
Usos auxiliares de los
paréntesis
– Para introducir opciones en un texto:
Se necesita chico (a) para repartir
el correo.
LOS CORCHETES
Son un signo ortográfico doble [
] que, en ciertos contextos, se utiliza de forma análoga a los paréntesis que
incorporan información complementaria o aclaratoria. Se escriben pegados al
primer y al último carácter del periodo que enmarcan, y separados por un
espacio del elemento que los precede o que los sigue.
Se emplean para aislar, cuando se cita un texto ajeno entre comillas, los
comentarios y aclaraciones de quien está reproduciendo la cita.
Se emplean los corchetes cuando dentro de un enunciado que va entre
paréntesis es preciso introducir alguna precisión o nota aclaratoria.
Usos auxiliares de los corchetes
– En libros de poesía, suele colocarse un corchete de apertura delante de
la última palabra de un verso cuando no se ha transcrito entero en una sola
línea y se termina, alineado a la derecha, en el renglón siguiente.
-En las transcripciones de textos, se emplean para marcar cualquier
interpolación o modificación en el texto original.
– En las referencias bibliográficas, se encierra entre corchetes cualquier
dato que no figure en la fuente.
– Se usan para encerrar transcripciones fonéticas.
– Se usan tres puntos entre corchetes para indicar en la transcripción de
un texto, que se ha omitido un fragmento del original.
LA RAYA
Cuando es un signo doble, la raya (-) forma parte del grupo de signos
delimitadores que introducen o encierran un segundo discurso.
– Su función principal es indicar que las unidades lingüísticas que aísla
no son una parte central del mensaje, sino que constituyen un discurso
secundario que se inserta en uno principal para introducir información
complementaria (se pueden sustituir por paréntesis).
– Enmarcan comentarios de un
narrador.
«es imprescindible – añadió el presidente- que se pinte la escalera».
No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue
hablando inmediatamente el personaje.
Si la intervención del personaje continúa tras las palabras del narrador y
debe aparecer un signo delimitador principal (punto, coma, punto y coma o dos
puntos) tras la secuencia interrumpida este se coloca detrás de la raya que
cierra el inciso narrativo.
– Para presentar diálogos.
COMILLAS
Las comillas son un signo ortográfico doble del cual se usan diferentes
tipos en español: las latinas o angulares (<< >>), las inglesas (»
«). En los textos impresos se recomienda utilizar primero las comillas
angulares, reservando las inglesas para cuando haya que entrecomillar partes de
un texto ya entrecomillado.
– Se utilizan para enmarcar citas textuales y reproducción de pensamientos.
- Para marcar el carácter especial de una palabra o expresión porque es
impropia, vulgar, de otra lengua o con un sentido especial o irónico.
LOS SIGNOS DE ADMIRACIÓN E INTERROGACIÓN
Los signos de interrogación ¿? y de exclamación ¡! son signos ortográficos
dobles, que deben colocarse obligatoriamente al comienzo y al final del
enunciado correspondiente. Sirven para representar gráficamente la entonación
interrogativa y exclamativa, respectivamente, de un enunciado. No obstante, hay usos específicos en nuestra
lengua en los que solo se utilizan los signos de cierre. No se escribe punto
después de los signos de admiración y de interrogación.
Si una oración es interrogativa y exclamativa a la vez, se pueden combinar
los dos signos, el de interrogación y el de exclamación. Y esto se puede hacer
de dos maneras: o abriendo la frase con el signo de exclamación y cerrándola
con el de interrogación o viceversa.
Signos de interrogación
– Se usan en enunciados
interrogativos. Cuando hay varias interrogaciones seguidas no es necesario que
empiecen por mayúscula.
Signos de exclamación
– Se usan en enunciados
exclamativos, que pueden estar constituidas por interjecciones (voces que se
utilizan para expresar sentimientos: ¡ay!, ¡bah!, ¡oh!, ¡uf, ¡ea!);
onomatopeyas :¡zas!, ¡pumba!, ¡plaf!;
fórmulas de saludo, despedida o cortesía: ¡hola!, ¡adiós!, ¡enhorabuena!;
o grupos sintácticos y oracionales, introducidos o no por un elemento
exclamativo: ¡Qué cosas!, ¡Fantástico!
LOS PUNTOS SUSPENSIVOS
Los puntos suspensivos (…) indican siempre que falta algo para completar el
discurso, es decir, señalan una suspensión o una omisión.
ACTIVIDADES PROPUESTAS
1.
Realiza un mapa de concepto sobre el tema en hojas blanca y luego dobla la
pagina en dos partes iguales y pégala en tu cuaderno.
2.
Copia y realiza en tu cuaderno el siguiente ejercicio.
Comprensión Lectora: La Escoba Y El Recogedor
En el jardín de la casa, arrinconados tras un contenedor, escondidos de la vista de los curiosos, se encontraban un recogedor y una escoba. La escoba era tremendamente altiva y siempre presumía y se pavoneaba delante del recogedor.
— Mi trabajo es mucho más importante que el tuyo.
¡No hay quién lo discuta! — repetía una y otra vez la engreída escoba.
Una noche, hizo mucho viento y, a la mañana
siguiente, aparecieron caídas todas las hojas y ramas secas de los árboles por
todo el jardín.
La escoba se levantó enseguida y empezó a barrer,
tiesa y orgullosa, todas las hojas y ramas desparramadas por la tierra,
haciendo un gran montón; pero al no poder recogerlas para echarlas al
contenedor, las dejó allí.
— ¿Quieres que te ayude? — dijo el recogedor,
ofreciendo su ayuda a la escoba a pesar de todos sus desaires.
La escoba, que era muy soberbia, mirándolo con
desprecio, no se dignó a contestarle.
Esa noche volvió el viento, y todas las hojas
volaron de nuevo por el jardín, echando a perder el trabajo del día anterior.
La escoba se estiró todo lo que pudo delante del
recogedor y, otra vez, empezó a barrer todas las hojas secas amontonándolas en
la parte más escondida del jardín, con la esperanza de que no volviera a
suceder lo mismo.
— ¿Necesitas ayuda? — le dijo el recogedor, de
nuevo.
Como si fuera sorda, la escoba no contestó y se
dirigió a su rincón para dormir.
Esa noche, el viento azotó aún con más fuerza que
los días anteriores y, hojas, ramas secas, papeles y plásticos volaron por
todas partes, dejando el jardín muy sucio.
La escoba, desesperada, miró al recogedor que, esta
vez, miró hacia otro lado.
Comenzó a barrer de nuevo cabizbaja y pensativa.
Cuando hubo amontonado toda la basura, pidió ayuda al recogedor.
— ¿Me puedes ayudar por favor? Nunca voy a terminar
de limpiar el jardín sin tu ayuda — admitió por primera vez con humildad.
Entre la escoba y el recogedor echaron todas las
hojas al contenedor, que les estaba esperando con la tapa abierta, dejando el
jardín muy limpio. Por fin, la escoba tuvo que admitir, que uno sin el otro, no
podría desarrollar bien su trabajo, y que los dos juntos, formaban un gran
equipo.
Responde en tu cuaderno.
- ¿Qué dos elementos de la casa son los
protagonistas de esta historia?
- ¿Cuál de los dos tenía una enorme soberbia y
presumía todo el rato?
- ¿Qué pasaba cada noche después de que la escoba
barría?
- ¿A qué conclusión llegó la escoba?
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