Educación Estética. Elementos y Técnica de las Artes Plásticas
¡Excelente día para todo!
Hoy trabajaremos una de las técnicas de las artes plásticas, llamada impresión en vegetales observa el video.
Actividades Propuestas
a) Realiza una composición plástica, aplicando la técnica de impresión de diferentes vegetales en tu block.
b) Realiza una caligrafía en tu libro.
Comprensión Lectora: El Dueño de la Luz, Etnia Warao, Venezuela.
..."El pueblo de las aguas".
Por Edo Monagas.
En un principio, la gente vivía en la
obscuridad y sólo se alumbraba con la candela de los maderos. No existía el día
ni la noche.
Había
un hombre warao con sus dos hijas que se enteró de la existencia de un joven
dueño de la luz. Así, llamó a su hija mayor y le ordenó ir hasta donde estaba
el dueño de la luz para que se la trajera. Ella tomó su; mapire y partió. Pero
eran muchos los caminos y el que eligió la llevó a la casa del venado. Lo
conoció y se entretuvo jugando con él. Cuando regresó a casa de su padre, no
traía la luz; entonces el padre resolvió enviar a la hija menor.
La
muchacha tomó el buen camino y tras mucho caminar llegó a la casa del dueño de
la luz. Le dijo al joven que ella venía a conocerlo, a estar con él y a obtener
la luz para su padre. El dueño de la luz le contestó que la esperaba y ahora
que había llegado, vivirían juntos. Con mucho cuidado abrió su toro toro y la
luz iluminó sus brazos y sus dientes blancos y el pelo y los ojos negros de la
muchacha. Así, ella descubrió la luz y su dueño, después de mostrársela, la
guardó.
Todos
los días el dueño de la luz la sacaba de su caja para jugar con la muchacha.
Pero ella recordó que debía llevarle la luz a su padre y entonces su amigo se
la regaló. Le llevó el toro toro al padre, quien lo guindó en uno de los
troncos del palafito. Los brillantes rayos iluminaron las aguas, las plantas y
el paisaje.
Cuando se supo entre los pueblos del delta
del Orinoco que una familia tenía la luz, los warao comenzaron a venir en sus
curiaras a conocerla. Tantas y tantas curiaras con más y más gente llegaron,
que el palafito ya no podía soportar el peso de tanta gente maravillada con la
luz; nadie se marchaba porque la vida era más agradable en la claridad.
Y fue
que el padre no pudo soportar tanta gente dentro y fuera de su casa que de un
fuerte manotazo rompió la caja y la lanzó al cielo. El cuerpo de la luz voló
hacia el Este y el toro toro hacia el Oeste. De la luz se hizo el sol y de la
caja que la guardaba surgió la luna. De un lado quedó el sol y del otro la
luna, pero marchaban muy rápido porque todavía llevaban el impulso que los
había lanzado al cielo, los días y las noches eran cortísimos.
Entonces
el padre le pidió a su hija menor un morrocó pequeño y cuando el sol estuvo sobre
su cabeza se lo lanzó diciéndole que era un regalo y que lo esperara. Desde ese
momento, el sol se puso a esperar al morrocó. Así, al amanecer, el sol iba poco
a poco, al mismo paso del morrocó.
Responde en el cuaderno de Lenguaje
Realiza
una síntesis sobre el texto leído e ilustra de “El Dueño de la Luz, Etnia Warao,
Venezuela”
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