Lenguaje. Tema: La Lectura y Tipos. 16 -11-2020
La Lectura: es el proceso de
comprensión de algún tipo de información o ideas almacenadas en un soporte y
transmitidas mediante algún tipo de código, usualmente un lenguaje, que puede
ser visual o táctil (por ejemplo, el sistema braille) Saber extraer y
comprender el significado de un texto.
De
la lectura aprendemos a saber cuándo un texto es: Narrativo, Informativo,
Explicativo, Etc. La lectura no solo proporciona información sino que forma
(educa) creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración... y
recrea, hace gozar, entretiene y distrae…
La
lectura es comprender, y este acto implica el ejercicio de habilidades mentales
superiores tales como: predecir, inferir, analizar, sintetizar, entre otras.
Las
reglas más importantes para comprender un texto son:
ü Deja
subrayado las ideas más importantes.
ü Busca en el diccionario las palabras que no
entiendas.
ü Haz
notas a pie de página.
ü La importancia del esquema.
ü El
repaso y estudio te ayudarán para afianzar los contenidos.
Leer
favorece la concentración y la empatía. Alimenta la imaginación, modifica (para
bien) el cerebro, nos hace progresar y nos prepara para el éxito: ¡larga vida a
los libros!
La
lectura ayuda a la compresión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y
la escritura de las personas. La lectura
estimula el razonamiento y la capacidad memorística de las personas. La lectura aporta la capacidad del pensamiento
crítico y la confianza a la hora de hablar.
Tipos
de Lectura:
ü La
lectura Rápida: consiste en buscar preguntas antes de empezar la lectura; luego
saltando palabras, hallamos rápidamente la respuesta.
ü La
lectura Exploratoria o Global: cuando deseamos conocer un tema general de un
texto, podemos guiarnos por una serie de
elementos que nos proporcionan pistas sin leer el texto completo. Estos elementos
son gráficos o fotografías, los títulos
y los subtítulos, las palabras que se hallan resaltadas o en otra fuente, el párrafo
inicial o la introducción por ejemplo.
ü La
Lectura Comprensiva o Profunda: si nuestro propósito es comprender un texto,
podemos hacer una lectura profunda. Esta consiste en realizar al menos dos lecturas del texto: una lectura de
prisa y otra detenida, captando las
ideas principales de cada párrafo e interpretando la idea del texto.
ü La
Lectura de Repaso o Relectura: cuando necesitamos realizar la información que
previamente entendimos, nos basta con releerla rápidamente, pues no hará falta
detenernos para comprender.
Actividades
propuestas:
1. Escribo
con mis propias palabras ¿Qué importancia tiene la lectura?
2. Explico
por qué la interacción de los lectores
influye en el propósito de la lectura.
3. Elaboro
un mapa mixto, sobre la lectura, tipos y propósitos(en una hoja blanca con
margen, luego lo pego en el cuaderno)
4. Comprensión
lectora: La leyenda del sapo Kuartam
Dice
una vieja historia que hace muchísimos años, en lo más profundo de la selva del
Ecuador, vivía un sapo diferente a los demás sapos del mundo porque tenía una
peculiaridad: si alguien le molestaba o se burlaba de él, se convertía en tigre
y atacaba sin piedad.
Tan
solo algunos ancianos afirmaban haberlo visto cuando eran niños, así que para
la mayoría de los indígenas de los poblados cercanos al Amazonas el extraño
animal era como un ser de leyenda que se ocultaba en la jungla. Eso sí, sabían
que existía porque a veces, amparado por la noche, cantaba a grito pelado desde
su escondite:
–
¡Kuartam – tan! ¡Kuartam – tan! ¡Kuartam – tan!
Como
‘Kuartam – tan’ era lo que repetía sin cesar, con el nombre de sapo Kuartam se
quedó.
Según
cuentan, un joven de la tribu shuar llamado Nantu quiso salir una noche a
cazar. Antes de abandonar el hogar, su esposa le advirtió:
–
Ten mucho cuidado ahí fuera, y por favor, si ves al sapo Kuartam ni se te
ocurra burlarte de él. ¡Ya sabes la mala fama que tiene por estos lugares!
–
¡Bah, tonterías! Estoy seguro de que eso de que se convierte en tigre es pura
invención, pero ¡quédate tranquila! Te prometo que si me lo encuentro no le
diré nada y pasaré de largo.
Nantu
dijo esto al tiempo que mostraba una sonrisa pícara que no gustó demasiado a su
mujer.
–
Nantu, insisto en decirte que no seas irresponsable.
El
chico guiñó un ojo y le propinó un sonoro beso en la mejilla.
–
¡Confía en mí! Y ahora me voy que se hace tarde… ¡Estaré de vuelta antes de
medianoche!
Bajo
la luz de la Luna el joven deambuló por la selva tropical apartando la frondosa
vegetación con un afilado machete y fijándose bien por si aparecía alguna
posible presa. Desgraciadamente no vio más que una serpiente y dos o tres
ratones diminutos correteando de un lado para otro.
–
Aquí no hay bicho que me pueda servir de comida… ¡Vaya manera de perder el
tiempo!
Pasado
un rato llegó a un claro y se tumbó en el suelo a descansar. Le dolían los
músculos, pero sobre todo estaba aburrido de dar vueltas y vueltas sin obtener
resultados.
–
Como llegue a casa con las manos vacías el menú de mañana será fruta para
desayunar, fruta para comer y fruta para cenar. ¡Voy a acabar odiando los cocos
y las bananas!
De
repente, dejó de lamentarse porque una idea de lo más divertida pasó por su
cabeza.
– ¿Y
si me burlo un poquito del famoso sapo?… ¡Voy a probar a ver qué pasa!’
Sin
ningún tipo de pudor comenzó a llamar a Kuartam. Estaba convencido de que,
aunque el sapo cantaba raro, no tenía poderes de ningún tipo y por tanto no
había nada que temer.
–
¡Kuartam!… ¡Kuartam!
Solo
escuchó el aleteo de una familia de pajaritos, así que siguió erre que erre.
–
¡Kuartam!… ¡Kuartam!…
Como
allí no había ni sapo ni similar, Nantu se fue envalentonando y su voz se tornó
más guasona:
–
¡Yujuuuuu!… Sapo Kuartam, ¿estas por aquí ?… ¿Es cierto que eres un sapo
mágico?… ¡Si no lo veo, no lo creo!… ¡No seas cobarde y da la cara!
No
obtuvo respuesta, pero Kuartam sí estaba allí, agazapado en la copa de un
árbol. Por supuesto lo había escuchado todo, y llegó un momento en que se
sintió tan molesto, tan enfadado, que su paciencia se agotó y sucedió lo que
tenía que suceder: su cuerpo, pequeño como una naranja, empezó a crecer
descomunalmente y se transformó en el de un tigre.
Nantu,
ajeno a todo, siguió llamando al batracio sin dejar de mofarse de él.
–
Kuartam, sapo tonto… ¡Eres un gallina! ¡Clo, clo, clo! ¡Gallinita, ven aquí!
¡Clo, clo, clo!
Kuartam,
antes simple sapito y ahora enorme félido, no pudo más y emitió un rugido que
hizo que temblaran las nubes. Acto seguido saltó desde lo alto, abrió las
fauces lo más que pudo, y se tragó de un bocado al insensato cazador.
Mientras todo esto sucedía, la esposa de Nantu
aguardaba en el hogar sintiendo que la noche transcurría muy lenta. Durante
horas esperó junto a la puerta el regreso de su esposo, pero al ver que no
volvía se puso muy nerviosa.
– ¡Es
rarísimo que Nantu no haya vuelto todavía!… ¿Qué le habrá pasado?… Conoce la
selva como la palma de su mano y es el más ágil de la tribu… La única
explicación posible es que… que… ¡se haya encontrado con el sapo Kuartam!.
Sin
pararse a pensar salió corriendo de la cabaña. Por suerte no había llovido y
pudo seguir el rastro de las huellas de los pies que Nantu había dejado tras de
sí.
Todo
fue bien hasta que llegó a un claro en la jungla; en ese lugar, por alguna
razón que no alcanzaba a comprender, las pisadas se esfumaban por completo,
como si a Nantu se lo hubiera tragado la tierra.
La
muchacha se sintió muy triste y empezó a decir en alto:
–
¿Dónde estás, amado mío, dónde estás?… ¿Debo ir hacia el norte?… ¿O mejor rumbo
al sur?… ¡No sé por dónde buscarte!
En
ese momento, escuchó una especie de resoplido que venía de las alturas. Miró
hacia arriba y, en una gruesa rama, vio un sapo gigantesco, dormido panza
arriba y tan hinchado que parecía a punto de estallar.
– Ese
fenómeno de la naturaleza debe ser Kuartam. ¡Apuesto a que se ha zampado a mi esposo
y por eso está tan gordo!
Efectivamente
era Kuartam, que después de devorar a Nantu había vuelto a transformarse en
sapo pero manteniendo unas dimensiones colosales.
La
chica, en un acto de auténtica valentía, cogió el hacha que llevaba colgado de
la cintura y comenzó a talar el tronco. El sapo, que debía estar medio sordo,
ni se enteró de su presencia y continuó roncando como si con él no fuera la
cosa.
–
¡No tienes escapatoria!… ¡Acabaré contigo!
Tras
mucho esfuerzo, el árbol se vino abajo y Kuartam cayó de espaldas contra el
suelo. El tortazo fue tan impresionante que abrió instintivamente la boca y
Nantu el cazador salió disparado como la bala de un cañón.
¡Pero
eso no fue todo! Al quedarse vacío el imponente sapo empezó a desinflarse, y en
un abrir y cerrar de ojos, recuperó su pequeño cuerpo de siempre. Tras la
conversión se sintió muy dolorido, pero temiendo que tomaran represalias contra
él, sacó fuerzas de flaqueza y dando unos brincos desapareció entre el verde
follaje.
Nantu,
afortunadamente, seguía vivito y coleando. Su esposa le había salvado por los
pelos y no podía dejar de abrazarla.
– Si
sigo aquí es gracias a ti, a tu valor. Estoy avergonzado por mi comportamiento
y por no haber cumplido la promesa que te hice cuando salí de casa. ¡Te ruego
que me perdones!
La
muchacha se dio cuenta de que Nantu estaba siendo sincero y se arrepentía de
verdad, pero aun así levantó el dedo índice y le dijo muy seriamente:
– El
respeto a los demás, sean personas o animales, está por encima de todas las
cosas. ¡Espero que hayas aprendido la lección y jamás vuelvas a burlarte de
nadie!
– Te
lo prometo, mi amor, te lo prometo.
Es
justo decir que Nantu cumplió su palabra y fue amable con todo el mundo el
resto de su vida, pero tuvo que cargar con la pena de no poder pedir disculpas
al sapo Kuartam porque sus caminos jamás volvieron a cruzarse.
En
tu cuaderno:
a) Realiza
una lectura, luego explica que tipo de lectura realizaste y en qué consiste.
b) Brevemente explica de qué trataba la leyenda del sapo Kuartam, tomando en cuenta el tipo de lectura que realizaste e ilustra.
Realiza la caligrafía, recuerda colocarle la fecha en la parte superior derecha de la hoja.
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