Área: Educación Estética. Tema: "Técnica de salpicado." Viernes, 02-07-2021.
UNIDAD EDUCATIVA “NUESTRA SEÑORA DEL VALLE”
EL JUNQUITO – CARACAS
Inscrita en el M.E.D. bajo el número PD01360105
Teléfono: 0212-4220938
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Profesora: Levis Rincón.
Viernes, 02-07-2021.
Área: Educación Estética.
Tema: "Técnica de salpicado."
Pasos:
1 Técnica de salpicado
2 Material: pintura tempera de los colores de su
preferencia, hojas de maquina, cartoncillo, cepillo de dientes, lápiz, tijeras
y un bote de plástico
3 Paso 1: En el cartoncillo traza la figura que te guste
más y recórtala.
4 En el recipiente, vacía el color que quieras usar para
la técnica
5 Paso 2: Pon sobre tu hoja el cepillo de dientes,
asegúralo poniendo un poco de masking tape en las esquinas.
Remoja el cepillo de dientes, quita el exceso de pintura y
pasa tu dedo por el cepillo para que salpique la pintura. Repite esto con cada
color las veces que desees.
Realiza un dibujo relacionado con tu proyecto sobre la técnica
del cepillado, en tu block de dibujo. Recuerda ser creativo.
Comprensión Lectora: Nasreddín
y el huevo
Hace muchos, muchísimos años, un inteligente
muchacho llamado Nasreddín cogió un huevo, lo envolvió en un pañuelo blanco y
limpio, y se fue a la ciudad. Una vez allí, se dirigió a una plaza atestada de
gente donde los comerciantes gritaban para
animar a las mujeres a comprar verduras frescas, coloridas telas y hasta perfumes venidos de
lugares muy lejanos.
Nasreddín se situó en el centro, a la vista de
todo el mundo, y haciendo alarde de una poderosa voz, comenzó a gritar.
– ¡Señoras y señores! ¡Acérquense! ¡Anímense a
participar en un divertido concurso!
Enseguida se creó una gran expectación. En
torno a Nasreddín, se formó un remolino de personas que intentaban llegar a
empujones a la primera fila. Nasreddín alzó la mano que sujetaba el pañuelo y
continuó vociferando.
– ¡Tengo algo que anunciarles! Quien descubra
lo que tengo envuelto en este pañuelo, recibirá como regalo el objeto secreto
que contiene ¡Venga, hablen, no se queden callados!
¡Las caras de sorpresa de los presentes lo decían todo! Unos a otros se miraban
intrigados. Lo que había dentro parecía tener forma ovalada, pero como estaba
tapado, no había manera de estar seguros. Nasreddín, viendo que nadie decía ni
mu, quiso animar a todo el mundo un poco más.
– ¡Les daré una pista! Lo que tengo dentro de
mi pañuelo se come, aunque primero es necesario quitarle la cáscara. ¡Ah! Y
otra pista más: lo ha puesto una gallina ayer por la mañana.
La respuesta parecía muy fácil, pero en la
plaza ya sólo reinaba el silencio. Tan sólo el joven levantaba la voz para que
le escucharan bien.
– ¿Quieren saber más cosas sobre lo que hay
dentro del pañuelo? Pues les diré que está compuesto de dos partes: una yema
amarilla y una clara que la envuelve.
Todos, incluido un mocoso que no debía tener
más de tres años y que se escondía detrás su mamá, imaginaban que se trataba de un huevo ¡Era
muy evidente! Pero entonces… ¿Por qué nadie se atrevía a decirlo? Pues porque
pensaban: Es tan fácil la pregunta que… ¿Y si me equivoco? ¿Y si al final no es
un huevo y hago el ridículo delante de todos los demás? ¡Qué
vergüenza, con tanta gente mirando…!
Nasreddín insistió en que si alguien lo sabía,
lo dijera en alto. Esperó unos segundos pero las decenas de personas que había
allí congregadas bajaron la cabeza y callaron. El joven, entonces, habló de
nuevo a viva voz.
– ¡Está bien! Ahora mismo comprobarán qué
objeto misterioso está escondido bajo la tela.
Despacito y con mucho cuidado, desató el nudo y
descubrió el huevo. Lo levantó bien alto para que pudieran contemplarlo. Todos
empezaron a murmurar y a decir a los que estaban a su lado que, desde el primer
momento, sabían que era un huevo. Nasreddín hizo un gesto para pedir la
palabra.
– ¡Calma, por favor! ¡Tengo algo que deciros!
De nuevo la plaza se quedó muda. Sólo se oía el
arrullo de las palomas que revoloteaban sobre
el gentío.
– Todos vosotros sabíais qué había dentro,
conocíais la respuesta, pero ninguno os atrevisteis a decir nada ¿Y sabéis por
qué? Porque teníais miedo a fallar delante de vuestros vecinos y amigos. Espero
que hoy hayáis aprendido una cosa muy importante: en la vida hay que arriesgar,
hay que ser valiente y no pensar en qué dirán otras personas.
Y dicho esto, Nasreddín guardó de nuevo el
huevo dentro del pañuelo y se alejó dejando a toda esa gente reflexionando
sobre esta gran enseñanza.
Moraleja: Muchas veces la solución de las cosas es más
fácil de lo que parece, pero nos complicamos la vida. Hay que ser valientes,
apostar por aquello en lo que creemos y no pensar en que los demás nos puedan
criticar. Sé tú mismo.
Responde en tu cuaderno:
·
Luego de leer
el texto, completa el cuadro.
Palabras |
Separa En Sílabas |
Sílaba tónica |
Clasificación de la sílaba |
Justificación |
Clasifica si es (H-D-T) |
atrevisteis |
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Anímense |
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sabéis |
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Despacito |
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guardó |
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conocíais |
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aquello |
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vergüenza |
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habló |
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allí |
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